¿Por qué el castillo de Edo no tiene torre de homenaje?

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Si estás planeando un viaje a Japón, seguro que te interesan los antiguos castillos japoneses. Cuando uno piensa en castillos, se imagina torres o torreón. Pero, ¿por qué el famoso castillo de Edo, en Tokio, no tiene torre de homenaje? ¿A qué se debe?

El castillo de Edo es un lugar histórico que fue el centro político de Japón y que ahora se utiliza como Palacio Imperial. La torre de homenaje es el símbolo del castillo, un edificio importante que vigila a los enemigos y hace alarde de poder. Sin embargo, está ausente del castillo de Edo. Se trata de un misterio muy interesante de la historia y la cultura japonesas. Este artículo explica por qué el castillo de Edo no tiene torre, junto con su historia, de forma fácil de entender. Saberla antes de tu viaje te hará disfrutará aún más de las visitas turísticas a Tokio!

A partir de ahora, recorreremos sucesivamente los inicios del Castillo de Edo, el gran incendio, el debate sobre su reconstrucción y su destino tras el cambio de los tiempos. No necesitas saber nada de historia! Resolvamos juntos el misterio!


1. Los comienzos del castillo de Edo

La historia del castillo de Edo comienza hace unos 600 años: en 1457, el señor de la guerra Ota Dōkan construyó un pequeño castillo. Pero no fue hasta 1603 cuando el castillo adoptó su forma actual, el castillo de Edo. En ese año, un líder llamado Tokugawa Ieyasu inició el Shogunato de Edo, que gobernaba Japón, y eligió Edo (actual Tokio) como centro político. Y reconstruyó el castillo de Edo a lo grande.

En esta época, se construyó una magnífica torre de homenaje en el castillo de Edo. Tiene unos 50 metros de altura y cinco grandes pisos. Era de madera y tenía hermosos muros blancos. La torre era una atalaya para proteger el castillo de los enemigos y un símbolo para mostrar a todo el mundo la fuerza de Tokugawa Ieyasu. Sin embargo, la torre de homenaje fue destruida en un incidente.


2. Un gran incendio

En 1657, algo terrible ocurrió en Edo. Se le llamó el Incendio de Meireki. Se dice que este incendio calcinó la mayor parte de la ciudad de Edo y murieron más de 100.000 personas. El castillo de Edo tampoco pudo escapar y su torre de homenaje fue pasto de las llamas.

Tras el incendio, el shogunato de Edo estuvo muy ocupado. La primera prioridad era restaurar la ciudad a su estado original y permitir que la gente volviera a vivir. Pero había un problema. Si construir o no de nuevo la torre del castillo.

3. ¿Debía reconstruirse la torre de homenaje?

Dentro del Shogunato Edo, las opiniones estaban divididas sobre si debía reconstruirse la torre de homenaje. Algunos decían: «La torre de homenaje es un signo de la fuerza del Shogunato. Debería reconstruirse»decían. Pero otros no estaban de acuerdo. No tenemos el dinero y necesitamos reconstruir la ciudad primero. Además, no hay guerra, así que no es necesario».

En aquel momento, el dinero del Shogunato se había gastado en la reconstrucción de los incendios y en nuevas medidas de prevención de desastres. Construir la torre de homenaje era un gran trabajo, que llevaba años reunir madera y artesanos. Al final, los dirigentes decidieron que, de momento, aguantarían. Esto significó que la reconstrucción de la torre se pospuso.


4. El castillo de Edo sin torre

Incluso sin la torre de homenaje, el castillo de Edo funcionó admirablemente como centro político. El Honmaru Goten era suntuoso y suficiente para demostrar la autoridad del Shogun. El castillo estaba bien defendido con fosos profundos y altos muros de piedra a su alrededor.

La ausencia de una torre en el castillo dio al castillo de Edo un nuevo significado, como «castillo de tiempos pacíficos» en lugar de «castillo de batallas». También era una señal de que la historia japonesa había cambiado de la guerra a la estabilidad.


5. Un nuevo gobierno

En 1868 se produjo un cambio importante. La Restauración Meiji puso fin al shogunato de Edo y se formó un nuevo gobierno. El castillo de Edo se convirtió en el «Palacio Imperial» y se transformó en la residencia del Emperador. Pero incluso en esta época no se construyó la torre del castillo.

El nuevo gobierno quería hacer de Japón un país moderno y construyó cada vez más edificios de estilo europeo. La torre de homenaje se consideró «anticuada» y no se hizo ningún plan para reconstruirla. Hoy, el Palacio Imperial sólo tiene un pequeño edificio (tenshudai) en lugar de la torre.


6. Resumen

En última instancia, la razón por la que el castillo de Edo no tuvo torre de homenaje fue que no había dinero ni necesidad de reconstruirla tras su destrucción por un incendio. Otra razón importante fue que el papel del castillo cambió tras un periodo de paz. Incluso en la era Meiji (1868-1912), la torre de homenaje fue olvidada como una reliquia del pasado en el proceso de modernización.

No obstante, el castillo de Edo sigue siendo un lugar importante que transmite la historia de Japón. Si visitas el Palacio Imperial en un viaje a Tokio, quedarás maravillado por su grandeza y belleza, incluso sin torre. Imagínate el antiguo Japón mientras paseas por los muros de piedra y los jardines!