Si estás planeando un viaje a Japón y visitas la estación de Shibuya, en Tokio, probablemente verás una estatua de bronce de un perro frente a la estación. Este perro se llama Hachiko y es muy famoso en Japón. Pero, ¿por qué hay una estatua de perro delante de una estación tan concurrida? Saber el por qué nos da una idea de la cultura japonesa y de los corazones y mentes de sus gentes.
Este artículo relata la inspiradora historia de Hachiko y explica su trasfondo de forma sencilla. Aunque no sepas nada de Japón, lo disfrutarás y te resultará útil en todo momento. A continuación desvelaremos juntos los secretos de cómo Hachiko se convirtió en el símbolo de Shibuya.
1. Hachiko y su dueño

La historia de Hachiko comienza hace casi 100 años, en el Tokio de los años veinte. Por aquel entonces, el Dr. Eizaburo Ueno, profesor de la Universidad Imperial de Tokio (actual Universidad de Tokio), tenía un perro llamado Hachi, de una raza japonesa llamada Akita Inu. Hachi solía acompañar todos los días al Dr. Ueno a la estación de Shibuya y esperar a que regresara por la tarde. Sin embargo, el 21 de mayo de 1925, el Dr. Ueno murió repentinamente en la universidad. Hachi no estaba al corriente y esperó en la estación de Shibuya como de costumbre. A partir de ese día, la vida de Hachi cambió drásticamente y comenzó la historia que acabaría siendo conocida en todo Japón.
2. Tras la muerte de su dueño

Tras la muerte del Dr. Ueno, Hachi fue acogido por otra familia de la familia Ueno. Sin embargo, Hachi no encajaba en su nuevo hogar y se escapó muchas veces, volviendo a la estación de Shibuya. Todos los días, Hachi esperaba al Dr. Ueno en la estación, lo que se convirtió en tema de conversación entre el personal de la estación y los vecinos. La gente, conmovida por la lealtad de Hachi y lo mucho que quería al Dr. Ueno, empezó a presentarlo en los periódicos y en la radio. De este modo, la historia de Hachi se difundió y llegó a ser conocida por muchos japoneses.
3. Estatua de bronce de Hachi

A medida que la historia de Hachi se hace más y más famosa, la gente empieza a ayudarle. Los tenderos y el personal de la estación cercana a Shibuya le daban comida y mantas en los días fríos. La gente estaba tan conmovida por la historia de Hachi que decidieron que querían transmitir la lealtad del perro a las generaciones futuras, y empezaron a recaudar dinero para construirle una estatua. En 1934, se terminó de construir una estatua de bronce de Hachiko frente a la estación de Shibuya. Sorprendentemente, el propio Hachi asistió a la ceremonia de inauguración. Hachi seguía vivo en ese momento y era cuidado por la gente junto a la estatua.
4. Segunda Guerra Mundial

Sin embargo, la historia de Hachiko siguió siendo puesta a prueba: en 1935, Hachi murió tras 11 años de espera del Dr. Ueno. Además, Japón entró entonces en la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, muchas estatuas fueron fundidas por los militares debido a la escasez de metal. La estatua de Hachi también fue retirada en 1944 y se perdió en beneficio de la guerra. Con la muerte de Hachiko y la pérdida de su estatua, durante un tiempo la historia de Hachiko estuvo en peligro de caer en el olvido.
5. Posguerra

Cuando terminó la guerra y Japón empezó a reconstruirse, la historia de Hachiko volvió a ser el centro de atención: en 1948, gracias al esfuerzo de muchos, se reconstruyó una estatua de bronce de Hachiko y se devolvió a la fachada de la estación de Shibuya. La nueva estatua se ha convertido en un símbolo de lealtad y afecto y es muy querida en todo Japón. Hoy en día, la historia de Hachiko se ha convertido en películas y libros y es conocida en todo el mundo. Por ejemplo, la película de Hollywood de 2009 HACHI: El perro prometido es una conmovedora película basada en la historia de Hachiko.
6. En la actualidad

Hoy en día, la estatua de Hachiko frente a la estación de Shibuya es una atracción turística muy popular. Se ha convertido en un lugar al que todo visitante de Japón acude para hacerse una foto al menos una vez. También es un famoso punto de encuentro para los lugareños, con mucha gente prometiendo encontrarse frente a Hachiko todos los días. La historia de Hachiko también se enseña en las escuelas japonesas y se ha convertido en una herramienta didáctica para aprender sobre la lealtad y la bondad.
7. Conclusión
La historia de Hachiko no trata sólo de un perro y su dueño. Es un símbolo del amor, la lealtad y la bondad de las personas. La estatua de Hachiko frente a la estación de Shibuya está ahí para que todos recordemos los importantes sentimientos que el perrito nos enseñó hace 100 años. Si visitas Shibuya, sin duda deberías echar un vistazo a la estatua de Hachiko!
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